Masajes en la espalda

Según los yoguis de la India y el Tíbet, nuestra condición psíquica y espiritual depende, más que de ninguna otra parte del cuerpo, del estado de la columna vertebral. Esto es irrefutable por una serie de motivos; uno de ellos, y no la menos significativa, es la intensa percepción de liberación que siente la mayoría de nosotros cuando recepta un merecido y delicado masaje en la espalda. A causa de su magnitud y de su extensión debemos emplear en ella más tiempo que en ninguna otra parte del cuerpo.
A través de un masaje en la espalda o cuello se relaja la zona perturbada por el dolor, siendo saludable si el mismo se origina en una contractura. De todas maneras, el masaje suaviza la rigidez muscular y reduce el riesgo de sufrir una lesión, incrementando el estado de serenidad mental, lo cual incide como un bálsamo frente el malestar que siente el receptor.
Observando los apretados músculos de la espalda, cuello y hombros, debemos dar un masaje firme que no cause dolor ni incomodidad. Si el receptor aprecia demasiado intenso el masaje, debe comunicárnoslo para que podamos seguir, estando nuestro receptor relajado y cómodo.
Al finalizar el masaje el receptor deberá sentirse excesivamente relajado y tal vez sería muy beneficioso que pueda organizar el resto del día tranquilo para mantener ese estado la mayor cantidad de tiempo posible.
La experiencia es relajante y terapéutica y sus efectos son a nivel físico y mental aumentando poderosamente la energía y el descanso.

No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros.

-Paulo Coelho-


On je bio ne boji se teškoće: ono što joj je bila uplašena obvezu da je izabrati put. Odaberite način značilo napuštanje drugima.

-Paulo Coelho-