Mantengamos una velocidad y una presión análogas.
Tratemos de eliminar los movimientos precipitados y las interrupciones inútiles, haciendo que los cambios de aceleración o fuerza se practiquen en forma imperceptible, evitando las transiciones inesperadas. Tratando de transmitir la mayor naturalidad y continuación a los movimientos.
La armonía es un componente inseparable del masaje. Se pueden aplicar desiguales presiones y velocidades sin por ello eliminar la persistencia del movimiento. La diversidad en el masaje se parece mucho a la de la música: los cambios en el compás ayudan a evitar la monotonía de la sinfonía.
Nuestras manos estarán constantemente buscando, "oyendo" los tejidos y los huesos.
Revelar al receptor del masaje la coyuntura de su cuerpo, es uno de los atributos más importantes del masaje.
El masaje logrará una eficacia intensa y casi mágica, descansando el peso de la parte superior de nuestro cuerpo sobre las manos más acertadamente que forzando la musculatura de brazos y muñecas.
Una vez que hayamos concretado contacto con el cuerpo de la persona, nos propondremos no discontinuarlo hasta que haya finalizado íntegramente el masaje.
El que permanece en reposo con los ojos cerrados ha accedido en un ámbito cuya única certidumbre es la proximidad de nuestras manos.
Nunca olvidemos que nos hallamos dedicando un masaje a una persona y no a una intrincada maquinaria. Estamos constituidos por huesos y músculos, pero también somos individuos, y esto impera para cada centímetro cúbico de nuestro organismo.
La persona es su propio organismo.
"Lo que es bello es bueno, y lo que es bueno no tardará en ser bello."
- SAFO.
"Ono što je lijepo je dobro i ono što je dobro da će uskoro biti lijepa."
- SAFO.
viernes, 27 de noviembre de 2009
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